En este futbolín, no hace falta ser bueno con los pies, ¡hay que ser bueno con las manos para abrirse paso a codazos hasta el portero! Velocidad, precisión y reflejos son los ingredientes para aspirar a ganar el partido. Con este futbolín totalmente de madera, grandes y pequeños descubrirán o redescubrirán las alegrías de un juego para dos o cuatro jugadores, ¡ya sea para un partido amistoso o una competición más seria!