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Desde la primera ecografía hasta aprender a usar el orinal, pasando por la elección de la silla para coche... ¡Respondemos a tus dudas en todo lo que se refiere a tu hijo y a ti!
Viajar embarazada: sí, pero ¿cómo debo hacerlo?
"Viajar - embarazada": ¿estamos ante conceptos opuestos? Los días de buen tiempo ya están aquí y con razón te dices, que una buena dosis de vacaciones te sentaría de maravilla. Sin embargo, todas las futuras mamás se plantean las mismas preguntas: ¿será buena idea viajar durante el embarazo? Y si lo es, ¿cuál será la mejor forma de hacerlo?
Si estás embarazada, ¡prepara tu viaje!
Estar embarazada no tiene porqué ser un problema para viajar. Por eso, si te apetece una escapada, ¡disfrútala! Solo tendrás que tener en cuenta algunas precauciones para ti y tu bebé.
Cuando estés decidiendo a dónde ir, evita destinos como países tropicales en los que los riesgos de infecciones son considerables debido a la alimentación o al agua. En general, si no tienes garantías de que las condiciones de higiene sean ideales, opta preferentemente por otros países.
Determinados destinos exigen de igual manera vacunarse previamente contra varias enfermedades como la fiebre amarilla o el paludismo, y estas vacunas se encuentran contraindicadas para mujeres embarazadas. Infórmate adecuadamente con tu médico en caso de que tengas la menor duda al respecto.
Si a priori es verdad que puedes viajar en cualquier momento estando embarazada, no es menos cierto que en la práctica, el mejor momento para ir al extranjero es el segundo semestre de tu embarazo. Mientras que durante el primer trimestre es posible que sufras náuseas o fatiga, durante el tercer trimestre no estarás tan descansada como en otros momentos, a lo que hay que sumar los posibles riesgos de parto prematuro.
Presta también especial atención al medio de transporte que usarás: según tu situación o tu destino, podrá ser más adecuado viajar en avión, en tren o en coche.
Viajar embarazada: qué precauciones tomar...
Sea cual sea tu destino o la duración de tu estancia, no dejes de consultarlo con tu médico, tu ginecólogo o tu matrona. Ellos te aconsejarán según tu situación y serán las personas más indicadas para ofrecerte todas las recomendaciones necesarias.
Si no estás segura de si puedes fiarte de consumir frutas y hortalizas durante tu escapada, pídele a tu médico que te prescriba un complejo vitamínico y suplementos minerales antes de tu viaje.
Para que emprendas tu viaje con toda la tranquilidad, localiza previamente los hospitales y una dirección o dos de médicos en tu destino. ¡Más vale prevenir! Y lleva siempre una copia de tu historia clínica contigo para facilitarle el trabajo a los especialistas.
Has de saber que si viajas a un país de la unión europea (o a Suiza) puedes solicitar a tu seguro de salud la tarjeta sanitaria europea. Se pueden dar otras particularidades en determinados países del mundo, y para que dispongas de toda la información al respecto, lo mejor es que preguntes directamente a tu sistema sanitario.
Vacaciones zen, ¡aunque estés con algunos meses de embarazo!
Preparar un viaje con anticipación es una cosa, ¡disfrutarlo con toda tranquilidad con el bebé en la barriga es otra muy diferente! Para evitar un exceso de cansancio, estrés o complicaciones, recuerda estos trucos simples y básicos.
Ten en cuenta por ejemplo una buena alimentación tomando meriendas saludables y comidas equilibradas. No te prives, no te saltes comidas, pero también evita comer demasiado para no tener náuseas y demás problemas digestivos.
Sobre todo, ¡hidrátate con frecuencia! Sería conveniente dejar de consumir agua del grifo durante tu viaje, consume solamente agua mineral para evitar así riesgos de contaminación. Beber agua reducirá también los problemas de pies hinchados, ¡así que no te prives!
Haz pausas regulares para desentumecer las piernas e ir al baño. Y prepara ropas cómodas y prácticas, que no te resulten molestas en ninguna situación.
Si vas a tomarte unas vacaciones, erradica el estrés y relájate al máximo, ¡tanto antes como durante la partida! Intenta organizarte lo mejor posible para que no tengas imprevistos ni a la hora de tomar el avión, ni la llegada al hotel, incluso ni paseando por el país donde te encuentres. Anticipa eventuales retrasos de avión o de tren saliendo temprano para no correr ni ponerte nerviosa.
Y después, ¡intenta permanecer siempre positiva! Incluso si las hormonas en ocasiones se alían en tu contra, no te vengas abajo ante un posible contratiempo. Y si te encuentras ante una situación realmente estresante tal como una fila de espera interminable, lee o escucha música para pensar en otra cosa.
Viajar embarazada está bien, ¡pero con moderación!
"Embarazada" no tiene porqué ser sinónimo de "enclaustrada". Bien es cierto que el descanso es esencial, pero esperar un bebé no te obliga a permanecer por norma en casa durante todo el día, excepto en el caso de las mamás que deben guardar reposo por indicación médica. Así, y salvo recomendación contraria por parte de tu médico, salir a pasear - sin caer en el exceso - es una actividad autorizada. Efectivamente, el embarazo no es el momento ideal para correr una maratón o realizar un circuito de aventuras, pero unas vacaciones "en modo turista" solo te harán bien.
En todo caso presta atención a preservar tus momentos de reposo, levantar los pies y relajarte con un buen baño o una siesta. Alterna entre actividades y fases de cocooning ¡que te van a sentar de maravilla!
Sin embargo, deberás tachar de tu lista todo tipo de actividades de riesgo tales como el esquí, el snowboard o incluso el submarinismo, totalmente prohibido durante el embarazo.
Y ante todo, no te olvides lo mas importante: ¡dis-fru-ta!