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Desde la primera ecografía hasta aprender a usar el orinal, pasando por la elección de la silla para coche... ¡Respondemos a tus dudas en todo lo que se refiere a tu hijo y a ti!
Pasar de la cuna a la cama: una importante etapa en la vida del niño y de los padres
Durante sus primeros años de vida, tu pequeño irá poco a poco avanzando en su crecimiento y su autonomía. Empezar a vestirse por sí mismo, controlar sus necesidades básicas y dejar el pañal, empezar a ir al colegio o pasar a usar una cama grande. Cada niño tiene una personalidad diferente y esto será determinante a la hora de afrontar esta nueva fase de la vida. Por eso, te dejamos a continuación algunas consideraciones a tener en cuenta para que disfrutes de este momento de crecimiento junto a tu hijo y que todo el proceso de pasar de la cuna a la cama se desarrolle de la mejor manera posible.
¿Cuándo pasar de la cuna a la cama?
Es recomendable que los bebés duerman en una cuna hasta que tengan al menos 2 años de edad o más. Esto se debe a que las cunas son más seguras para los bebés pequeños, ya que tienen barandillas laterales que impiden que el bebé se caiga. Además, las cunas son más pequeñas que las camas, lo que significa que el bebé tiene menos espacio para moverse y puede ser menos propenso a lastimarse. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada niño es diferente y es posible que algunos estén listos para pasar a una cama antes de lo que se recomienda generalmente. Si sientes que tu bebé es lo suficientemente grande y seguro para dormir en una cama, también puedes hablar con tu pediatra para obtener más consejos.
¿A qué edad pasar de la cuna a la cama?
Como se ha mencionado anteriormente, y aunque cada niño es un mundo, se puede decir que la edad ideal para pasar de la cuna a la cama ronda entre los dos y los tres años Por eso, podemos encontrarnos desde niños con dos años que piden ya dejar su cuna y dormir en una cama grande hasta niños de tres años que se muestran reticentes a dar ese paso, en cuyo caso deberemos darles un poco más de tiempo. De todas formas, permanece atenta a las siguientes señales: si ves que tu pequeño ya toca con los pies en la parte baja de la cuna, si se divierte escalando por sus barrotes o si ves que pone sus peluches fuera de su cama durante la noche para estar más cómodo porque no cabe como debería, esto quiere decir sin duda que ha llegado el momento del cambio. Algunas cosas que puedes considerar al decidir si es el momento adecuado para que el bebé pase de la cuna a la cama son:
- La edad y el tamaño del niño: Si tu bebé es lo suficientemente grande como para trepar por encima de las barandillas de la cuna o si ya no cabe en la cuna, puede ser el momento adecuado para pasar a una cama.
- Su capacidad para dormir solo: Si tu bebé es capaz de dormir durante toda la noche sin necesidad de tu intervención, puede estar listo para dormir en una cama.
- Su comportamiento: Si tu bebé es muy activo o se mueve mucho durante la noche, puede ser más seguro para él o ella dormir en una cama, ya que tendrá más espacio para moverse.
¿Cómo preparar a tu hijo para su transición a la cama grande?
Si la posibilidad de cambiar a una cama grande no provoca en tu pequeño exactamente lo que se dice un gran entusiasmo, será mejor no abordar esta cuestión con una sorpresa sin preparación previa: la fiesta puede acabar mal. Lo mejor en ese caso será ir preparando poco a poco el terreno hasta que se familiarice con la idea. Hay algunas estrategias que te podrán ser de utilidad llegado el momento:
- Aunque cambies la cama, mantenla en el mismo lugar de la cuna.
- Continúa con los mismos rituales antes de dormir.
- Implícale en la elección de su cama para que se ilusione con el modelo que le gusta.
- Asegúrate de explicarle a tu hijo lo que va a pasar y por qué es importante para él o ella.
- Déjale elegir su ropa de cama o decora la habitación de una manera que le guste a tu hijo. Esto lo ayudará a sentirse más involucrado en el proceso.
- Antes de que tu hijo duerma en su cama grande por primera vez, puedes dejar que juegue en la cama durante el día para que se sienta más cómodo.
- Puedes usar técnicas de sueño, como la lectura de historias o la música suave, para ayudar a tu hijo a conciliar el sueño en su cama nueva.
- Asegúrate de estar cerca de tu hijo durante los primeros días mientras se acostumbra a su nueva cama. Puedes sentarte en una silla cerca de la cama o quedarte en la habitación durante unos minutos antes de que se duerma.
Es importante tener paciencia y ser consistente durante este proceso de transición. Si tu hijo se despierta durante la noche o tiene dificultad para dormir, no dudes en ofrecerle consuelo y apoyo hasta que se acostumbre a su nueva cama.
Habitaciones pequeñas con cama grande
Aquí hay algunos consejos adicionales para decorar habitaciones pequeñas para niños con camas grandes:
Utiliza una cama con forma de casita
Las camas con forma de casita son una opción divertida y que ahorra espacio para los niños pequeños.
Elige una cama con almacenamiento integrado
Las camas con cajones debajo o una cama con una mesa de noche incorporada son una buena opción para ahorrar espacio en habitaciones pequeñas.
Usa una litera
Las literas son una buena opción para ahorrar espacio en habitaciones pequeñas compartidas por hermanos.
Utiliza colores vivos y divertidos
Añade toques de color a la habitación con ropa de cama, cortinas y accesorios para darle a la habitación un toque de personalidad.
Crea un rincón de lectura
Una pequeña silla con una lámpara y una pequeña estantería para libros puede ser un lugar acogedor para que tu hijo se relaje y lea.
Utiliza almacenamiento vertical
Los estantes y las repisas son una buena opción para aprovechar el espacio en altura y mantener la habitación ordenada y libre de desorden.
Opta por muebles con patas
Los muebles con patas en lugar de aquellos con bases sólidas ayudarán a visualmente a agrandar la habitación.